Cuatro
muchachos de Berlín son creadores de tres canciones en este EP de música
pesada. Desde el reino del Doom, Stoner y la psicodelia, bajan las nuevas formas
que dan vida a su canto oscuro. El diseño de la carátula es muy bueno, cumple
con el rol de elevar la propuesta sonora a fusionarse con el aspecto visual y
filosófico del culto que ellos han adoptado para hacer este trabajo y ser
reconocido en el acto por lo buscadores de este estilo. El inicio de la canción
uno es verdaderamente entretenida hasta que estalla la primera distorsión, al
llegar la voz el contexto enfrenta un cambio más esotérico, el sonido del
viento y los tambores hacen posible el viaje progresivo de estos alemanes que
posiblemente están vinculando sus ideas sobre astrología y misterios, lo
interpreto gracias a la simbología que nos plantean, el solo de guitarra con la
sucia distorsión era lo que estaba esperando. La segunda canción es lo más
pesado y tenebroso, la voz suena particular, encaja perfectamente y se
diferencia por su interpretación en trance, poseído por el espíritu de “Gaia”, por
momentos en clave black/death, lo mejor es la distorsión saturada antes del
final inesperado con el bajo. El inicio de la tercera canción, realmente en
sintonía con el planeta, se siente el rebote de la vibración en el espacio
abierto, me hizo acordar a los riffs de las bandas peruanas de los años 60 que
tocaban rock surf, ellos mismos decían: se asemeja al sonido de las olas del
mar, idéntico, pero claro eso es lo que yo pienso. Lo cierto es que estos
monjes están aportando su música maligna, así como el conocimiento abierto que
debe transmitirse por nosotros que sabemos leer en la naturaleza de nuestro
planeta. Salve el culto a la tierra sagrada.